Las viviendas para ferroviarios
a relativa proximidad de las
estaciones de Atocha y Delicias favoreció el asentamiento de
muchos ferroviarios en las cercanías de ambos recintos. Tanto el
paseo de las Delicias como sus calles aledañas fueron espacios
de fuerte presencia de familias ferroviarias.
A finales de la Guerra Civil trabajaban en Madrid más de 12.000
ferroviarios. Antes de constituirse RENFE en 1941, las compañías
ferroviarias privadas solo se ocuparon de la necesidad de
vivienda de los empleados que residían en sus poblados
ferroviarios. El alojamiento en poblaciones de mayor entidad
concernió a los propios trabajadores a través de la constitución
de cooperativas. Ese fue el caso de la colonia de viviendas
ferroviarias de las calles de Tomás Bretón y Alonso Martos,
próximas a la estación de Delicias, cuyas viviendas, proyectadas
por el arquitecto Francisco Alonso Martos entre 1923-1926,
fueron promovidas por una cooperativa de ferroviarios de MZA.
RENFE intentó paliar el problema de la vivienda de sus empleados.
Para ello se acogió a la Ley de 19 de abril de 1939 de
construcción de viviendas protegidas y, en 1943, propuso un plan
para construir más de 4.000 en toda España. Entre 1944-1945,
RENFE fue considerada entidad constructora de viviendas
protegidas, firmó un convenio con los Institutos Nacionales de
Previsión y de la Vivienda y le fue concedido un préstamo para
ejecutar la edificación prevista.
En ese contexto se enmarca la construcción del grupo de
viviendas para empleados de RENFE, en régimen de alquiler,
proyectadas por el arquitecto Alfonso Fungairiño, sobre el campo
de Las Delicias. En diciembre de 1947 empezaron las obras y a
comienzos de 1950 ya estaban construidas las primeras viviendas.
En años sucesivos se fueron terminando y entregando otras nuevas,
hasta alcanzar la cifra de 248 en 1957.