Rápida ejecución: ensamblaje y roblonado
n 28 de Diciembre de 1878
comenzó la construcción de esta obra verdaderamente notable”,
así citó El Globo. Diario Ilustrado el inicio del edificio de
viajeros de la estación. El material para la construcción del
complejo ferroviario consistente en herramientas, estructuras,
cubiertas, andamiajes, tablazón, empizarrado, canalones,
cristalería, etc. llegó por barco desde Francia.
En 1879 ya estaban construidos dos muelles cubiertos del
servicio de mercancías. Eran naves longitudinales realizadas en
mampostería de ladrillo, con estructuras atirantadas de hierro
tipo Polonceau y cubiertas de chapas de palastro galvanizado.
Después se edificarían los muelles para carbones y ganados, el
depósito de agua y los retretes.
En febrero de 1879 comenzó el montaje del esqueleto metálico del
edificio principal. Las obras empezaron con retraso debido a la
demora en la llegada del material para su construcción, motivado
por las inclemencias meteorológicas y porque, una vez en España,
el material estuvo retenido en la aduana de Alicante. Esta
situación obligó a que en abril la compañía habilitara
temporalmente el muelle cubierto nº 1 como edificio de viajeros,
hasta concluir el definitivo. Así se evitaban pérdidas
económicas a la empresa ferroviaria, pues su línea estaba
inaugurada desde el mes de febrero.
No obstante, las obras avanzaron con gran celeridad debido al
carácter funcional del edificio industrial, al empleo de un
sistema constructivo mixto de hierro forjado y fábrica de
ladrillo, y a la utilización de piezas prefabricadas realizadas
en serie y ensambladas con roblones. La estructura metálica y la
cristalería de L. Gobani las suministró la Compañía de
Fives-Lille, experimentada firma dedicada a la construcción de
material ferroviario y estaciones, cuyo montaje in situ corrió a
cargo del ingeniero francés M. Vaseille.
Los materiales para su
construcción fueron hierro en estructuras y ornamentación,
ladrillo en paramentos (visto y macizo en muros exterior y
ordinario y encalado en los interiores), granito en zócalos,
madera en carpintería (ventanas y puertas) y vidrio en
bastidores acristalados. El predominio del hierro visto y la
nueva técnica empleada originaron un edificio singular de la
arquitectura del hierro europea, símbolo de progreso y
modernidad en la era de la industrialización.
La construcción de la estación estuvo a cargo de los ingenieros
de la empresa CRB, Cachelièvre y Calleja, y fue inspeccionada
por los ingenieros de la División de Ferrocarriles del Oeste,
Bonifacio Espinal, Enrique Ulierte y el ayudante Enrique Verdú.
Tras inaugurarse la estación, se fueron construyendo
instalaciones del servicio de tracción y de material remolcado.
Además del fielato de consumos, inmueble emplazado junto al
servicio de mercancías, proyectado por el ingeniero José Antonio
Calleja en abril de 1880.