Configuración del complejo ferroviario
esde la puesta en
funcionamiento de la estación definitiva hasta los años previos
al cese de la actividad ferroviaria, Delicias no paró de crecer.
Con el paso del tiempo, a las instalaciones existentes en su
inauguración, se fueron sumando las construcciones de nueva
planta necesarias para su correcto funcionamiento. Igualmente,
se produjeron modificaciones en algunas de ellas y también
demoliciones de las inservibles. Paralelamente, se establecieron
elementos auxiliares como aguadas para las locomotoras, básculas,
garitas, señales, etc. que completaron el paisaje industrial.
Tanto las nuevas construcciones como las transformaciones de las
existentes, fueron fruto de cada una de las compañías
ferroviarias que tuvieron en explotación Delicias, y que dejaron
su impronta en la configuración del complejo ferroviario.
Recién inaugurada la estación, el 8 de abril de 1880 la compañía
MZA compró CRB y, por tanto, la estación. Pero como MZA ya
disponía de su estación provisional en Atocha, en diciembre de
ese mismo año vendió Delicias a la recién nacida Compañía de los
Ferrocarriles de Madrid a Cáceres y Portugal (MCP). Durante años,
ambas compañías compartieron su uso, hasta que MZA terminó su
sede definitiva en Atocha y trasladó allí el tráfico de sus
líneas en 1893.
Durante ese periodo compartido se realizaron obras en el
edificio de viajeros, entre ellas la nueva distribución de las
salas de espera de 1ª, 2ª y 3ª clase y la reutilización del
espacio sobrante para nuevas oficinas, factorías, dependencias
de consumo, etc., necesario por el aumento de agentes de ambas
compañías.
Debido al crecimiento del tráfico de mercancías
exportadas e importadas, y teniendo por objetivo atender
correctamente esas necesidades, fue necesario construir el
tercer muelle cubierto y vías a su alrededor; establecer un
muelle descubierto para carbones con báscula y plataformas;
levantar una nave de descarga; casillas; cobertizos… Todas esas
instalaciones supusieron una mejora notable del complejo
ferroviario.
Entre 1906-1907 se reformó el vestíbulo del pabellón de salidas.
Los inconvenientes ocasionados por la separación de salidas y
llegadas en dos pabellones distintos, y la gran distancia
existente entre sus correspondientes patios y la parada de
tranvía del paseo de las Delicias, ocasionó que la compañía
decidiese concentrar ambos servicios en una única dependencia,
el hasta entonces vestíbulo de salidas. El espacio que quedó
libre en el pabellón de salidas se usó para ampliar las oficinas
centrales. En esas fechas, la estación ya disponía de talleres
de recorrido, movimiento y material fijo. Pasados los años, se
construyó el apartadero de Delicias-Empalme, emplazado en la vía
de contorno para el tráfico de mercancías.
En 1927 se redactó un ambicioso proyecto de reformas, que fue
autorizado en 1929 ya con la Compañía Nacional del Oeste de
España (Oeste). Aunque no todo se aprobó ni construyó, las obras
ejecutadas fueron la rotonda para veinticuatro locomotoras con
su puente giratorio, una cochera de carruajes, aceras de la
carretera de acceso y del patio de pasajeros y, en el edificio
de viajeros, la reforma del vestíbulo y la construcción del
andén central. Significativa fue la enorme transformación que
sufrió el vestíbulo, ya que dejó de ser diáfano para
compartimentarse en tres plantas articuladas por una escalera a
la catalana, el piso bajo se usó como vestíbulo y los superiores
pasaron a ser oficinas y archivos.
Durante el periodo de RENFE se efectuaron múltiples actuaciones.
Recordemos la apertura de un acceso en el frontis del edificio
de viajeros, con el traslado allí de la marquesina del lado
oeste, se adecentó el interior del vestíbulo y se ampliaron las
oficinas de estadística. Además, se fueron construyendo nuevos
edificios, un garaje de camiones del parque automovilístico,
economato, pabellón sanitario, naves de adecentamiento de coches
de viajeros, inspección de carruajes y el cuartel de la 7ª
Unidad de Ferrocarriles. En 1967, con la construcción del Centro
de Cálculo de RENFE en el jardín de acceso al recinto, quedó
oculta la estación desde el paseo de las Delicias.
Con el cierre del servicio de Madrid-Delicias, algunas
instalaciones se desmantelaron, otras cambiaron de uso y muchas
se demolieron, como ocurrió con la rotonda de locomotoras
construida los primeros años de 1930, que ya estaba derribada a
comienzos de la década de 1980.