Primeros vehículos sanitarios de Renfe
Tras la Guerra Civil, la recién creada Renfe contaba con un
anticuado y devastado parque móvil procedente de las antiguas
compañías. En los primeros años de su existencia tuvo la difícil
tarea de inventariar y reclasificar el material, así en 1947 en
su publicación
Estado General del Material Móvil: Coches y
Furgones, recogió los vehículos que no habían
sido destruidos, asignándoles una nueva numeración, en concreto
a los
coches y furgones sanitarios
del siguiente modo:
En la década de 1940, Renfe proyectó la creación de un servicio
ambulante, con un programa de medicina preventiva y divulgación de
tratamientos higiénico sanitario por toda la red. Una actividad muy
necesaria en el periodo de posguerra, en el que las zonas más
alejadas de las ciudades tenían auténticas necesidades. Así, el
coche de Norte ZSfhv, destruido durante la contienda, derivó en uno
nuevo ZZSfhv-601 montado sobre bogies, con cuatro ejes, fabricado en
1941 en los Talleres de Valladolid. Este nuevo coche se renumera
como
coche-hospital SS-601, al mismo tiempo que se rehabilita
un antiguo coche de la Compañía MZA, como el
coche sanitario SS-301.
El coche sanitario era empleado en determinadas zonas con focos
endémicos, y que no contaban con acceso a servicios
médico-hospitalarios. Las visitas a los ferroviarios y sus familias
en puntos cercanos a sus residencias, permitía realizar
reconocimientos médicos periódicos y detectar focos de infección
como la tuberculosis. Utilizados en la campaña antipalúdica
realizada por Renfe entre 1942 y 1949.
Dispensarios móviles
A partir de 1953, Renfe transforma antiguos coches de la Compañía
MZA en dispensarios móviles, dependientes del Servicio Asistencial
de Medicina Preventiva. Destinados a prestar asistencia médica y
farmacéutica, se situaban en las cabeceras de las siete zonas de la
red e iban deteniéndose en las estaciones para realizar
reconocimientos médicos a los ferroviarios y asistencia sanitaria
directa a los mismos y a sus familiares.
Renfe transformó siete coches de 1ª clase de largo recorrido de la
Compañía MZA (serie AWffv 37 a 94) (serie Renfe AA-337 a AA-394)
conocidos como "verderones" por el color de su librea. Tras su
transformación a dispensarios móviles recibieron matrícula
PPAS-310 a 316
siendo decorados en rojo en la parte
inferior, hasta la altura de las ventanas, y en color crema en la
parte superior. Recibieron nombre de vírgenes, aunque los datos de
numeración de los dispensarios son confusos.
Nº MODERNO Renfe | Nº ANTIGUO MZA | Nº ANTIGUO Renfe | Nº Dispensario | Advocación |
---|---|---|---|---|
PPAS-310 | AWffv-37 | AA-337 | Dispensario móvil Nº2 | Virgen de África |
PPAS-311 | AWffv-38 | AA-338 | Dispensario móvil Nº5 | Virgen de Monserrat |
PPAS-312 | AWffv-39 | AA-339 | Dispensario móvil Nº3 | Virgen de Valvanera |
PPAS-313 | AWffv-41 | AA-341 | Dispensario móvil Nº7 | Virgen de Covadonga |
PPAS-314 | Dispensario móvil Nº1 | Virgen de la Paloma | ||
PPAS-315 | AWffv-44 | AA-344 | Dispensario móvil Nº6 | Virgen del Rosario |
PPAS-316 | AWffv-45 | AA-345 | Dispensario móvil Nº4 | Virgen del Carmen |
En cada vehículo viajaba un médico, dos enfermeras-visitadoras y una
asistente-cocinera. El coche contaba con un vestíbulo o sala de
espera, sala clínica y de curas, sala de rayos X, farmacia o almacén,
comedor-sala de trabajo, laboratorio y despacho. Además de una zona
de la vivienda con cocina, comedor, aseos y tres dormitorios (la
cocinera dormía en litera desmontable en el pasillo), cocina y aseos.
Coches para las peregrinaciones
Entre 1961 y 1964 Renfe transformó en sus talleres de Valladolid,
seis coches de largo recorrido de bogies (tres procedentes de MZA,
uno del Ferrocarril Betanzos-Ferrol y dos de Norte), para adaptarlos
al transporte de enfermos en los peregrinajes a Fátima y Lourdes.
Cuatro de ellos con caja de madera y dos con caja metálica. Tenían
un departamento con capacidad para 30 camillas y una amplia puerta
para facilitar el acceso de los enfermos, siendo acompañados por
personal de la Cruz Roja por su carácter humanitario. Se distinguían
por estar pintados en verde con la presencia en sus laterales de
sendas placas con la cruz roja. Se numeraron
HH-1 a HH-6.
además de ser auxiliados por un
furgón mixto y bar, DDR-1 y un furgón cocina numerado como DD-639,
En la década de los noventa los coches de la serie 8000 de Renfe
fueron modernizados, reservando 15 coches literas (antiguos
BBL-8100) transformados en los Talleres de Málaga en la serie
Bc10xo-12750, adaptados para el acceso de camillas. Los coches HH
del tren hospital, se sustituyeron por estos que permitían ser
usados, además como coche litera convencional, fuera de los periodos
de peregrinaje. Sin embargo, el descenso de las peregrinaciones
propiciaron que finalmente fueran dados de baja en el parque de
Renfe. Una veintena de ellos fue vendida al Ejército español para
ser usados como acompañamiento de sus trenes militares.
Como dato curioso y poco conocido, en esta época, en los años
ochenta, Renfe contaba con varias ambulancias Renault 12 TS
“familiar o ranchera”, pertenecientes a la Organización Sanitaria de
Renfe, igual a las utilizadas por la Cruz Roja, para traslados de
accidentados y heridos desde las estaciones a centros hospitalarios.
Uso del ferrocarril para infectados por Covid-19
Con la pandemia de la Covid-19, Renfe preparó tres de sus trenes de
velocidad alta (hasta 250 km/h) de la
serie 730 de Talgo
para su utilización en el traslado de
infectados por el coronavirus que necesitaran atención hospitalaria
lejos de sus lugares de origen. Eliminación de asientos para hacer
hueco a las camillas con capacidad para transportar 18 pacientes y
al personal sanitario necesario en cada traslado.
La elección de esta serie de vehículos es debida a su versatilidad,
ya que su circulación es posible tanto en líneas electrificadas como
no electrificadas, tanto en ancho nacional como UIC, por lo que es
posible su circulación por toda la red ferroviaria. Su disposición
con piso bajo también beneficia el transbordo de enfermos en camilla.
Finalmente no fue necesario hacer uso de este tren adaptado, y con
el descenso de circulaciones de largo recorrido en toda la red, este
tren medicalizado se ha usado puntualmente en otros servicios, como
pruebas en la línea de Alta Velocidad de Zamora a Pedralba.
Por último exponer el nuevo proyecto, el
tren-hospital Icutrain (Unidad de Cuidados Intensivos Train),
diseñado para la Agencia Espacial Europea. Se
trata de un innovador tren equipado con unidades ambulatorias y de
cuidados intensivos que utilizarán tecnologías espaciales,
ferroviarias, de ciberseguridad e inteligencia artificial para
permitir análisis médicos remotos y consultas que requieran
intercambio de datos y altos estándares de seguridad.
Surge de una convocatoria adscrita a un concurso que ha ganado la
empresa Sitael y otras del grupo Angel (Mermec, Eikontech,
Brightcyde y el socio Skycomm), enmarcado en el programa Soluciones
Espaciales de la Agencia Espacial Europea. Este proyecto fue
seleccionado entre alrededor de 130 ideas recibidas en respuesta a
la iniciativa "Espacio en respuesta al brote de Covid-19 ", en
acuerdo con el Ministerio de Innovación Tecnológica y Digitalización
y la Subsecretaria de Estado responsable de políticas espaciales de
Italia.