Cookie Consent by Free Privacy Policy Generator Máquina Goebel para imprimir billetes de cartoncillo

Museo del Ferrocarril de Madrid

Máquina Goebel para imprimir billetes de cartoncillo


01/02/2012

Máquina para imprimir billetes de cartoncillo. Nº de serie 1128

Año: 1928. Goebel AG (Darmstadt, Alemania)

Pieza IG: 04966

Museo del Ferrocarril de Madrid


Con la popularización de los viajes en tren, la forma tradicional de emitir billetes impedía atender con rapidez el incremento en la demanda de estos títulos de transporte. Thomas Edmondson, jefe de la estación de Milton en el Newcastle and Carlisle Railway (Reino Unido), ideó diversos tipos de billetes realizados con cartón y una máquina de impresión que estampaba, previamente a su venta, algunos datos en los billetes, facilitando así su expedición en la taquilla.

Basándose en esta idea, el alemán Georg Goebel creó su propia máquina de impresión de billetes de ferrocarril, que fue mejorando con el tiempo hasta lograr implantarla en los cinco continentes. La información que se imprimía con esta máquina dependía del tipo de billete. En los que se emitían como título de transporte, aparecían en el anverso datos como las estaciones de origen y destino, el tipo de trayecto, la clase y la tarifa, y en el reverso solían aparecer las condiciones del viaje. Sin embargo, en los billetes de andén se imprimían la estación, la entrada, la salida y el número de serie. Con esta información preimpresa, al comprar el billete en la taquilla, sólo debía ser formalizada la fecha, que se grababa con un compostor.

Billete de cartoncillo, tipo Edmondson
AHF-MFM: D 699/1

La máquina, de funcionamiento eléctrico, está dotada de un sistema de freno y arranque manual. Cuenta con dos cargadores, uno para entrada y otro para salida, con capacidad para 500 billetes cada uno y tres entintadoras. Dispone, además, de un sistema para imprimir anverso y reverso, realizándose el cambio mediante un tambor tipo revólver.

Esta máquina Goebel fue adquirida en los primeros años de la década de 1930 por la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y a Alicante, ubicándose en uno de los sótanos de los edificios de la entonces madrileña calle Pacífico, donde esta empresa tenía sus oficinas centrales. Allí permaneció, concretamente en el número nº 8 de la avenida Ciudad de Barcelona, hasta que fue donada en 2005 por la Unidad de Negocio de Grandes Líneas de Renfe Operadora. Además, junto con la máquina se donaron al Museo seis cajetines con casilleros donde van alojados los tipos con los nombres de las estaciones que se estampan en los billetes.