El túnel de Argentera: (tratado de construcción de túneles)

Eduardo Maristany y Gibert. — Barcelona : Imp. Henrich, 1891-1892. — 6 v. (1600 p.) : il. ; 34 cm

BF-MFM (Biblioteca Ferroviaria. Museo del Ferrocarril de Madrid)

Signatura IIID 0523

Cuando, a finales del siglo XIX, se planteó la opción de crear un nuevo trazado para la línea ferroviaria de Zaragoza a Barcelona, los constructores se enfrentaron a un importante reto: conseguir un acceso directo desde el valle del Ebro hasta Barcelona. En este nuevo trazado el mayor escollo era la construcción del túnel de Argentera, de 4.044 metros de longitud.

Desde 1864 se plantearon diversos proyectos, pero, por diferentes vicisitudes administrativas y financieras, los trabajos no se iniciaron hasta 1883. En 1887, con las obras ya iniciadas, se encomendó la obra al que era ingeniero jefe de la Construcción de la Compañía de Tarragona a Barcelona y Francia, Eduardo Maristany y Gibert.

En este periodo la bibliografía técnica en español era escasa; el propio Maristany afirma en este tratado que “Pocos libros habían visto hasta entonces la luz pública en los que pudieran encontrarse los datos necesarios para el detenido estudio que la construcción del túnel requería, y estos pocos en idioma fuera del alcance común”. Por ello, el ingeniero elaboró una obra técnica impresa que no sólo versaba sobre la construcción del túnel de Argentera, sino que era un completo tratado de construcción de túneles.

La obra tiene el descriptivo título El túnel de Argentera (tratado de construcción de túneles) y consta de seis tomos: tres dedicados a texto y otros tres a láminas ilustrativas de los textos. El primero de los tomos fue editado en 1891, “por la premura de la originalidad”, sin esperar al segundo, que aparecería al año siguiente con los demás volúmenes.

La obra se convirtió en un referente sobre la técnica y gestión de la construcción de túneles, pues su contenido detalla y relata minuciosamente todo el proceso de construcción de la obra, incluyendo la planificación, el estudio geológico, las técnicas de perforación y construcción o los detalles contables de la gestión del material y el personal. Se incluye un completo estudio sobre la maquinaria, especialmente de la perforadora Ferroux, a la que el Archivo Histórico Ferroviario dedicó un "Destacamos" en enero de 2012.

La extensa obra está editada en gran formato. Los tres tomos de texto comprenden más de un millar de páginas y los tres tomos de láminas contienen casi dos centenares de láminas, más de 1.500 figuras y diversas vistas fotográficas de todo el proceso. El propio Maristany publicó varios artículos en la Revista de Obras Públicas de 1892, detallando el contenido de la obra capítulo a capítulo. Uno de los ejemplares que conserva la Biblioteca Ferroviaria, que en su momento perteneció a la Secretaría de Personal de Material y Tracción de la Compañía MZA, incluye la dedicatoria del autor.