Diccionario razonado legislativo y práctico de los ferrocarriles españoles
Diccionario razonado legislativo y práctico de los ferrocarriles españoles bajo el aspecto legal, técnico, administrativo y comercial de los mismos / por Benito Vicente Garcés, con la colaboración de José González Álvarez.—Madrid : Imprenta del indicador de los Caminos de Hierro, 1869.-Descripción física:455 p.; 22 cm.
BF-MFM (Biblioteca Ferroviaria. Museo del Ferrocarril de Madrid). Signatura EN 72
Antes de la inauguración del primer ferrocarril español la actividad ferroviaria dio lugar a la formación de una lengua especializada y por tanto un vocabulario o léxico especializado. En el caso del idioma español fue a partir de la segunda mitad del siglo XIX cuando se asienta la terminología ferroviaria y se crean los primeros léxicos y diccionarios especializados. El primero fue el Vocabulario descriptivo de ferro-carriles de Mariano Matallana del Rey, publicado en 1863. Bajo el extenso título de Diccionario razonado legislativo y práctico de los ferro-carriles españoles bajo el aspecto legal, técnico, administrativo y comercial de los mismos aparece publicado en 1869 por el ingeniero Benito Vicente Garcés.
El Diccionario contenía dos partes independientes, la primera, denominada parte espositiva que recopila los términos por orden alfabético. En algunos se ofrece la definición del término, pero de manera somera porque como indicaba el autor en el prólogo, “en las voces se hace más hincapié en temas prácticos y de explotación que en el aspecto científico y técnico” Un ejemplo ilustrativo lo tomamos de la voz Albayalde: “conocida universalmente esta sustancia por el gran uso que tiene en las artes, no creemos deber incluirla en nuestro diccionario sino como mercancía de transporte, y por cierto que se observa en este artículo una gran variedad de precios…”
La segunda parte contenía la colección legislativa desde el año 1829 hasta 1868. La intención era actualizar este apéndice con una periodicidad anual, pero no fue posible. En 1875 se publicó una segunda edición, dedicada al entonces Ministro de Fomento el Marqués de Orovio, que incluía la reimpresión de la parte espositiva y un apéndice con la colección legislativa desde 1869 hasta 1875 y finalmente en 1882 se publicó el apéndice segundo con la legislación de 1875 a 1881.
En el prólogo el autor hace una exposición de motivos para realizar el trabajo, su objetivo era compilar la información práctica y jurídica del ferrocarril con la intención de que fuera útil para todos los agentes implicados en el negocio de los caminos de hierro, las compañías, sus empleados, los tribunales, la propia Administración y por supuesto los viajeros y el comercio. El libro recogía la jurisprudencia, las órdenes, los reglamentos, las leyes y las tarifas ferroviarias. En su época el diccionario se constituyó así en una obra de referencia y un manual sobre la explotación ferroviaria, en la actualidad es una fuente indispensable para el análisis histórico de los ferrocarriles españoles en sus diferentes vertientes.