Cookie Consent by Free Privacy Policy Generator Proyecto de la estación de Almería

Museo del Ferrocarril de Madrid

Proyecto de la estación de Almería


06/05/2023

1892, abril, 16. París – 1892, agosto, 2. París

Expediente relativo al proyecto de estación de Almería de la Compañía de los Caminos de Hierro del Sur de España, redactado por la Compañía Fives-Lille. Contiene: Memoria en apoyo del proyecto; Planos del edificio de viajeros (20) y Planos del depósito de máquinas (5). Copia. Manuscrito. 

AHF-MFM (Archivo Histórico Ferroviario. Museo del Ferrocarril de Madrid). Signatura A-0121-001


El proyecto de la línea de ferrocarril para unir Linares con Almería nació por la necesidad de transportar el mineral linarense al puerto de Almería para su exportación, otorgándose su concesión en 1889 a la sociedad Crédit Mobilier, quien la traspasaría luego a la Compañía de los Caminos de Hierro del Sur de España encargada de su explotación. La construcción de la línea y sus edificios se realizó entre 1890 y 1899, encargándose su ejecución a la Compagnie de Fives-Lille pour constructions mécaniques et entreprises, compañía francesa de construcción de obras de ingeniería civil y material rodante para ferrocarriles. El principal criterio aplicado en la arquitectura de las estaciones fue el económico, optándose por edificios sencillos, a excepción de la estación de Guadix y especialmente de la estación término de Almería, realizada no sólo con criterios funcionales sino también estéticos.

La redacción del proyecto del edificio de viajeros de la estación de Almería se atribuye al arquitecto francés Laurent Farge, quien optó por una arquitectura de estilo ecléctico, tendencia caracterizada por combinar dos o más estilos históricos anteriores para crear algo nuevo y original, la cual se originó en Francia en 1860 como reacción al neoclasicismo, vinculándose estrechamente a la revolución industrial, al auge de la burguesía y a las transformaciones urbanas de las grandes ciudades, que necesitaban nuevos edificios residenciales y edificios públicos, entre los que destacaron las estaciones de ferrocarril.

A pesar de tratarse de una estación término, su edificio de viajeros no responde al modelo usado para éstas en España, sino más bien al de estación intermedia por ser un edificio único de planta alargada paralelo al eje de las vías, algo derivado de la necesidad de una infraestructura viaria que facilitara transportar las mercancías hasta el cargadero del puerto.

Sin embargo, aunque sólo sea en el alzado de sus fachadas principales, la forma del edificio sí parece el frontal de una estación término típica de la época, con dos pabellones o cuerpos laterales con planta en L y dos alturas, unidos por una gran estructura de metal y vidrio apoyada en dos pilares de fundición y rematada a modo de frontón, que cierra el espacio intermedio, aporta luz natural al vestíbulo principal y muestra la equilibrada composición lograda entre la nueva arquitectura de hierro de la estructura central y los elementos más tradicionales de los pabellones laterales, como son el ladrillo visto con reminiscencias hispano-árabes, la cerámica vidriada y policromada y la piedra. La ornamentación se reservó para la fachada de la población, sustituyéndose por un revoco en la que da a las vías, cuyos pabellones laterales tampoco presentan planta en L. En cuanto a la distribución interior, en la que prima la funcionalidad, los pabellones laterales con dos plantas concentran los espacios de trabajo y vivienda destinados al personal y otros espacios destinados a viajeros, como salas de espera diferenciadas por clases o de recogida de equipajes, mientras que el vestíbulo principal bajo la estructura metálica tiene una sola planta de una gran altura, a la que se accede directamente a través de tres puertas centrales abiertas en ambas fachadas, y que contiene las taquillas de venta de billetes y de facturación de equipajes.

El expediente incluye una memoria redactada por Fives-Lille el 25 de julio de 1892 presentando a la aprobación de la compañía algunas pequeñas variaciones en la distribución interior y cimentación sobre el proyecto ya aprobado, necesarias para mejorar el edificio y el servicio a los viajeros, todo ello sin modificar sus dimensiones ni su “grandioso carácter arquitectónico”, señalando que “sus proporciones arquitectónicas, así como la combinación del hierro y los ladrillos decorativos, recuerdan mucho los hermosos modelos admirados en Francia en la Exposición Universal de 1889 y cuyo arco monumental da a esta estación un sello de amplitud digno de la importancia del camino de hierro de Linares a Almería, que armoniza con el soberbio aspecto de esta última ciudad…”. Pero lo verdaderamente destacado es el conjunto de planos incluidos, copias obtenidas de los originales mediante el procedimiento de diazotipia de línea azul, con soporte de cartón entelado en su cara posterior para reforzar su integridad durante su manipulación y plegado. Un primer grupo corresponde al edificio de viajeros, e incluye todas las plantas, alzados, cortes longitudinales y transversales, detalles de la ornamentación, carpintería, canalizaciones, etc., mostrando todos los elementos y particularidades del edificio. El segundo grupo se refiere al depósito de máquinas de la estación, e incluye sólo detalles sobre su cimentación y cortes longitudinal y transversal del edificio.