Page 8 - El enclavamiento hidráulico de Algodor
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PRESENTACIÓN
i por algo se ha caracterizado el ferrocarril español a lo largo de sus más de 150 años de historia,
Ses por el desvelo que han mostrado todos los profesionales que han trabajado para el camino de
hierro, en aras de la seguridad de este medio de transporte.
Es el enclavamiento hidráulico de Algodor un claro ejemplo de ese esfuerzo continuado de los inge-
nieros, fabricantes y compañías ferroviarias de nuestro país, por estar a la vanguardia tecnológica, per-
mitiendo que esta instalación haya permanecido en servicio hasta hace sólo tres años tras nada menos
que siete décadas en perfecto funcionamiento.
Ver hoy este ingenio hidro-mecánico puede resultar curioso, atractivo e incluso sorprendente si tene-
mos en cuenta la importante evolución tecnológica que se ha registrado en el ámbito de los sistemas
de regulación, control y seguridad a lo largo de los últimos años.
Pero más allá de su aparente aspecto, el enclavamiento hidráulico de Algodor es un hito tecnológico
(hermano de otros instalados en su día en Madrid-Atocha, Sevilla, Alcázar de San Juan o Villaverde
Bajo), una instalación que permitía gestionar desde un único punto ciento diez agujas y señales a tra-
vés de cuarenta kilómetros de tuberías; y todo ello aprovechando la presión de un elemento tan común
entre nosotros como el agua.
Y si imponente era su aspecto en la época, no lo era menos su inversión: las 664.505 pesetas del año
1927 que se presupuestaron para su construcción, dan cuenta de su magnitud y complejidad. No obs-
tante, este enclavamiento tiene una característica más que lo hace especial: es el último de su tipo que
ha prestado servicio en la red ferroviaria y ello, en consideración tanto de Renfe como del Museo del
Ferrocarril de Madrid-Delicias, le convierte en una pieza única de arqueología industrial que merece
la pena ser conservada como legado a las presentes y futuras generaciones.
El proceso de catalogación, desmontaje y traslado desde su ubicación original, así como su reposición
en un nuevo edificio en el mismo complejo museístico -por otra parte, cabecera en su día de la línea
Madrid-Badajoz-Portugal, la más importante que cruzaba Algodor-, ha sido meticuloso: se han utili-
zado los elementos originales y la instalación funciona tal y como lo hizo desde su puesta en servicio.
En suma, este singular elemento del patrimonio industrial, tan complejo, tan artesanal, y tan fiable,
encierra una parte importante de ese espíritu ferroviario, continuamente vigente, por garantizar la
seguridad en el transporte de personas y mercancías.
Con la recuperación del enclavamiento hidráulico de Algodor pretendemos unir una parte indispen-
sable de nuestro pasado ferroviario con el presente, en el que las nuevas tecnologías al servicio de la
sociedad, definen el ferrocarril del futuro.
Manuel Benegas Capote
Director Gerente de Mantenimiento
de Infraestructura Renfe