Page 32 - ¿Sabías que...?
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Finalizada la Guerra Civil, la escasez de productos básicos como el trigo, las
patatas, el pan, el aceite, la cebada, el azúcar o el café, acuciaba a la población.
El 19 de mayo de 1939, mediante Orden Ministerial, el régimen franquista
estableció un sistema de racionamiento de artículos alimenticios y de primera
necesidad. Solo con las cartillas de racionamiento se tenía acceso a estos
productos, la mayoría de las veces de pésima calidad y en cantidad insuficiente.
Ante estas circunstancias, se desarrolló un mercado negro de los artículos
intervenidos, denominado “estraperlo”. Los estraperlistas utilizaban a menudo el
ferrocarril para introducir en la ciudad los productos que conseguían
mayoritariamente en los pueblos de la provincia. La mercancía se camuflaba en
los trenes allá donde se podía, entre los enseres, bajo los asientos, sujeta con
ganchos desde las ventanillas…, o incluso cuando eran el maquinista o el
fogonero los que realizaban el contrabando, iba oculta bajo las briquetas de
carbón de la locomotora.
El constante movimiento de gente en las estaciones propiciaba este tipo de
transacciones, aunque la especial vigilancia de estos puntos por parte de las
autoridades, hizo que fueran también los lugares donde mayores requisas se
producían. La estación de Delicias no fue una excepción. Para evitar ser
descubiertos, se recurría a todo tipo de argucias, la más común arrojar la
mercancía por la ventanilla cuando el tren aminoraba la marcha al entrar en la
estación. En el punto convenido esperaba el cómplice que la recogía -a veces
mujeres, que simulaban estar “embarazadísimas”- para consumirla de inmediato
o revenderla en el mercado negro. El racionamiento perduró oficialmente en
España hasta 1952.
Foto: Archivo Regional de la Comunidad de Madrid
Enlace: http://www.museodelferrocarril.org/140Delicias/paneles/panel08.asp
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