Teléfono portátil o de campaña
Teléfono portátil o de campaña Standard Eléctrica, S.A. (Madrid, España)
- Modelo: 5156-B-C
- Año: década de 1960
- Pieza IG: 01395. Museo del Ferrocarril de Madrid
4/1/2015
Con la Primera Guerra Mundial se desarrollaron los primeros teléfonos portátiles, llamados también de campaña. Debido a los buenos resultados obtenidos en el uso militar, en 1920 la antigua compañía ferroviaria MZA, dispuso a título de ensayo los primeros teléfonos portátiles en trenes expresos de la línea Madrid a Barcelona, utilizando para ello el empalme en la línea telegráfica.
Su empleo se generalizó, y en 1952 Renfe dictó las primeras instrucciones sobre su uso y manejo, estableciéndolos como dotación obligatoria para todo tren, máquina o vagoneta. Eran imprescindibles para maquinistas, personal de conservación de la vía y de instalaciones, al permitir la comunicación directa desde la red telefónica, que va paralela a la línea del ferrocarril, con el puesto de mando y con las estaciones más próximas, pudiendo comunicar cualquier incidencia.
Este teléfono fue fabricado por Standard Eléctrica, S.A. en la década de 1960. El modelo 5651-B-C con caja de madera y correa de cuero, incluye la caja de transmisión, los bornes de conexión y el microteléfono en baquelita negra. Tiene batería local (una pila de petaca en el interior de la caja) y llamada por magneto (por medio de manivela), la sonería no es visible, se encuentra en el interior de la caja.
Para realizar una llamada en un trazado con conectores de intemperie, se localizaba un poste con conector y en él se colgaba el teléfono de la correa, acoplando el cable con enchufe a dicho conector; previamente enganchados los terminales de su otro extremo a los bornes del teléfono. Por el contrario, si el trazado carecía de conectores de intemperie, se utilizaba una pértiga –ahora ya no se utiliza este elemento– que se colgaba de sus propios conectores a los dos hilos señalizados de la línea telefónica, quedando el otro extremo del cable de la pértiga embornado al teléfono. Sin embargo, si el circuito era escalonado, con un solo hilo conductor y retorno por tierra, se conectaba la pértiga a ese único hilo, y los dos terminales del cable a una borna del teléfono. A la otra borna, un cable especial con una cuña metálica en la punta, para conectar a la junta del carril o en su defecto clavado al suelo.
En cualquier caso, una vez comprobada la conexión, se colocaba la manivela en el eje de la magneto de la caja del teléfono de campaña y se giraba ésta hasta escuchar por el auricular contestación. Entonces se oprimía la tecla del microteléfono y se decía: “Aquí el Jefe de tren (maquinista o personal de conservación en su caso) del tren núm….. detenido en el km….. por…..”, quedando registro escrito de lo transmitido por voz a través de los telefonemas.
Su uso ha sido sobradamente superado con la telefonía móvil, aunque actualmente en las líneas de red convencional, que no están dotadas de Tren-Tierra o en zonas por donde discurren líneas que no hay cobertura, siguen utilizándose los teléfonos de campaña.