Insignia de la Escuela de Aprendices de RENFE
Insignia de la Escuela de Aprendices de RENFE
- Año: 1957
- Donación: Antonio Flores Caro
- Pieza IG: 07465
- Museo del Ferrocarril de Madrid
1/1/2021
En 1946, el Consejo de Administración de RENFE acordó, en cumplimiento de la Reglamentación Nacional del Trabajo, la creación de las Escuelas de Aprendices. Hasta esa fecha y tras la constitución de RENFE en 1941, habían seguido funcionando en los Talleres de Málaga, Vigo y Almería las Escuelas de Aprendices anejas a los mismos, heredadas de las antiguas compañías ferroviarias.
Así pues, en 1947 abrieron sus puertas doce escuelas distribuidas por todo el territorio nacional destinadas a proporcionar formación práctica, teórica y técnica a los aprendices ferroviarios, además de las bases precisas de cultura general, ética profesional, formación religiosa y patriótica, tal y como establecía su Reglamento de Régimen Interior. Las escuelas se situaron en Barcelona-Clot, Barcelona-San Andrés, Córdoba, León, Madrid-Atocha, Málaga, Miranda, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vigo y Zaragoza.
Para la admisión de los aprendices de la 1ª Promoción, se anunció una convocatoria de 615 plazas por el sistema de concurso-oposición, de las cuales, un 50% se reservó para los aspirantes que obtuvieron mejor puntuación en los exámenes, y el otro 50% fue distribuido dando preferenc
ia a los huérfanos e hijos de agentes de la Red, teniendo en cuenta en cada caso las necesidades o cargas familiares, así como los méritos de los aspirantes. Para ingresar en la Escuela era preceptivo ser soltero (varón), haber cumplido quince años y no rebasar los diecisiete. La duración mínima prevista para el aprendizaje era de tres años, a cuya finalización los alumnos pasaban a la categoría de Ayudante de Oficio, durante dos años, al cabo de los cuales ascendían automáticamente a la categoría de Oficial de Oficio.
Durante su permanencia en la Escuela, los aprendices debían vestir el mono de trabajo de tela de mahón de color azul que la empresa les facilitaba. Estos monos llevaban en la parte izquierda del pecho, un distintivo circular de paño de color caqui para los alumnos de primer curso, verde para los de segundo curso y azul claro para los de tercero. Sobre el mismo se cosía la insignia de la Escuela, (o como popularmente la llamaban los alumnos “lenteja”), una chapa redonda de latón dorado sobre la que aparece esmaltada una “A” mayúscula de color rojo, sobre el frontal de una locomotora de vapor en negro.
En febrero de 1950 finalizaron su formación los alumnos de la 1ª Promoción, y con este mismo sistema, las escuelas continuaron su labor formativa durante más de dos décadas. En 1964 fueron reconocidas oficialmente por el Ministerio de Educación, y en la década de 1970 se transforman en Centros de Formación Profesional de primer grado, aunque conservarán el mismo nombre. A partir de ese momento, los alumnos ya no tienen la consideración de aprendices, sino de estudiantes y los estudios oficiales de FP (dos cursos lectivos) se completarían con el Curso de Adaptación Ferroviaria (CAF).
En el curso 1978-1979 ingresan por primera vez mujeres en la Escuela. Solo cinco años después se publicaría la última convocatoria de acceso a la misma. La número 38 fue la última promoción de aprendices, que finalizó su formación en 1986.