Busto de Javier Marquina
Busto de Francisco Javier Marquina Borra
- Autor: Mariano Benlliure Gil.
- Año: 1941
- Medidas: 72 x 60 x 41 cm
- Pieza IG: 01582
- Museo del Ferrocarril de Madrid
10/1/2014
Este busto, realizado en bronce, representa en plena madurez al ingeniero Francisco Javier Marquina Borra (1886-1946). Fue el primer presidente de la Junta de Obras del Puerto de Pasajes, el último director de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España y con la creación de la Renfe, en 1941, fue su primer director general. En 1945 tomaría posesión como subsecretario del Ministerio de Obras Públicas, teniendo en su currículum también el cargo de consejero inspector del Cuerpo Nacional de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
La escultura fue encargada por los industriales guipuzcoanos y las corporaciones de la provincia al genial artista valenciano Mariano Benlliure Gil (1862-1947), en testimonio de admiración y reconocimiento por la labor realizada por Marquina al frente de la Junta de Obras del Puerto de Pasajes, dirigida entre 1927 y 1939 por este ilustre ingeniero.
Al mediodía del día 6 de noviembre de 1941, en la Junta de Obras del Puerto se efectuó la entrega a Javier Marquina del título de hijo adoptivo de Guipúzcoa; y a la Junta, del busto en bronce realizado por Benlliure. En la base del busto se puede leer “A Javier Marquina / por su tenaz y fecunda labor / en el Puerto de Pasajes” encontrándose la firma de Mariano Benlliure en el lateral derecho de la escultura.
El escultor logró, con el dominio técnico de un genio y con esa capacidad excepcional que poseía, trasmitir la imagen más fidedigna del personaje. Con su estilo caracterizado por un naturalismo detallista y minucioso, moldeó ágilmente el rostro de Marquina, dándole una expresión serena, agudizada por su mirada tranquila y una expresión relajada donde se refleja un gran realismo. Cargas de un impresionismo espontáneo se acentúan en su chaqueta y corbata, creando un plegado de luces y sombras muy efectista.
Benlliure ejecutó este busto en 1941, con el proceso de fundición a la “cera perdida”. A partir del mismo molde se realizaron dos esculturas en bronce, una de ellas para la Junta de Obras del Puerto y la otra para el propio Marquina.
Se trata de una pieza muy desconocida, casi inédita para el gran público, pese a formar parte de la colección de obras de arte del Museo del Ferrocarril de Madrid desde 1981, fecha en la que ingresó en la colección a través de Renfe.