Cookie Consent by Free Privacy Policy Generator Paseo literario por el Museo del Ferrocarril
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Paseo literario: Paz en la guerra

Santa Olaja de Acero (Ignacio Aldecoa)
 

Fragmentos seleccionados:


“¡Siglo de las luces! ¡Mucho vapor, mucha electricidad! ¿Y Dios, qué es la electricidad y el vapor verdadero?...el ferrocarril lleva la corrupción a los más escondidos valles.

El fracaso de la compañía constructora de la línea férrea de Tudela a Bilbao había llegado a casi todos los rincones de la villa, el pánico fue grande, y lloraron muchos la pérdida de ahorros hechos vendiendo dos cuartos de perejil, o cosa que lo valiera. Las acciones de cien duros habían bajado hasta cinco y pronto, se decía, no servirían sino para envolver confitura."



Pieza de la colección del Museo:


El argumento de esta novela es el sitio de Bilbao durante la Tercera Guerra Carlista y la lucha entre los liberales-identificados con el comercio, la ciudad y la modernidad; y lo carlistas, identificados con la agricultura y la ganadería, el campo y la tradición. Unamuno, como otros escritores consideraron al ferrocarril como el detonador económico del siglo XIX. Más allá de sus innegables efectos en la economía, no siempre benéficos, el ferrocarril fue poderoso agente del cambio social.

En este fragmento Unamuno lleva al mundo ferroviario estas dos ideas, la dicotomía entre dos tecnologías, vapor y electricidad y el impacto económico y social del ferrocarril. Utilizamos estas ideas para explicar la importancia de la llegada de la electricidad a los ferrocarriles, la primera electrificación ferroviaria española de ancho ibérico se llevó a cabo en 1911 en el tramo de 21 km entre Santa Fe, Alhama y Gérgal, con esta Locomotora eléctrica trifásica nº 3 que se puede ver en el Museo del Ferrocarril de Madrid.

Locomotora eléctrica trifásica nº 3  


Miguel de Unamuno:


M

iguel de Unamuno. Bilbao, 1864 - Salamanca, 1936. Escritor, poeta y filósofo español, principal exponente de la Generación del 98. Entre 1880 y 1884 estudió filosofía y letras en la Universidad de Madrid, época durante la cual leyó a Thomas Carlyle, Herbert Spencer, Friedrich Hegel y Karl Marx.

Se doctoró con la tesis Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca, y poco después accedió a la cátedra de lengua y literatura griega en la Universidad de Salamanca, en la que desde 1901 fue rector y catedrático de historia de la lengua castellana.

Inicialmente sus preocupaciones intelectuales se centraron en las cuestiones éticas y los móviles de su fe. Desde el principio trató de articular su pensamiento sobre la base de la dialéctica hegeliana, y más tarde acabó buscando en las dispares intuiciones filosóficas de Herbert Spencer, Sören Kierkegaard, William James y Henri Bergson, entre otros, vías de salida a su crisis religiosa.

Sin embargo, las contradicciones personales y las paradojas que afloraban en su pensamiento actuaron impidiendo el desarrollo de un sistema coherente, de modo que hubo de recurrir a la literatura, en tanto que expresión de la intimidad, para resolver algunos aspectos de la realidad de su yo. Esa angustia personal y su idea básica de entender al hombre como "ente de carne y hueso", y la vida como un fin en sí mismo, se proyectaron en obras como En torno al casticismo (1895), Mi religión y otros ensayos (1910), Soliloquios y conversaciones (1911) o Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos (1913).

El primero de los libros fue en realidad un conjunto de cinco ensayos en torno al "alma castellana", en los que opuso al tradicionalismo la "búsqueda de la tradición eterna del presente", y defendió el concepto de "intrahistoria" latente en el seno del pueblo frente al concepto oficial de historia. Según propuso entonces, la solución de muchos de los males que aquejaban a España era su "europeización".

Sin embargo, estas obras no parecían abarcar, desde su punto de vista, aspectos íntimos que formaban parte de la realidad vivencial. De aquí que literaturizase su pensamiento, primero a través de un importante ensayo sobre dos personajes clave de la literatura universal en la Vida de don Quijote y Sancho (1905), obra en la que, por otra parte y en flagrante contradicción con la tesis europeísta defendida en libros anteriores, proponía "españolizar Europa". Al mismo tiempo, apuntó que la relación entre los dos protagonistas de Don Quijote de la Mancha simbolizaba la tensión existente entre ficción y realidad, locura y razón, que constituye la unidad de la vida y la común aspiración a la inmortalidad.

El siguiente paso fue la literaturización de su experiencia personal a fin de dilucidar la oposición entre la afirmación individual y la necesidad de una ética social. El dilema planteado entre lo individual y lo colectivo, entre lo mutable y lo inmutable, el espíritu y el intelecto, fue interpretado por él como punto de partida de una regeneración moral y cívica de la sociedad española. Él mismo se tomó como referencia de sus obsesiones del hombre como individuo: "Hablo de mí porque es el hombre que tengo más cerca."

Su narrativa progresó desde sus novelas primerizas Paz en la guerra (1897) y Amor y pedagogía (1902) hasta la madura La tía Tula (1921). Pero entre ellas escribió Niebla (1914), Abel Sánchez (1917) y, sobre todo, Tres novelas ejemplares y un prólogo (1920), libro que ha sido considerado por algunos críticos como autobiográfico, si bien no tiene que ver con hechos de su vida, sino con su biografía espiritual y su visión esencial de la realidad: con la afirmación de su identidad individual y la búsqueda de los elementos vinculantes que fundamentan las relaciones humanas. En ese sentido, sus personajes son problemáticos, víctimas del conflicto surgido de las fuertes tensiones entre sus pasiones y los hábitos y costumbres sociales que regulan sus comportamientos y marcan las distancias entre la libertad y el destino, la imaginación y la conciencia.

Su producción poética comprende títulos como Poesía (1907), Rosario de sonetos líricos (1912), El Cristo de Velázquez (1920), Rimas de dentro (1923) y Romancero del destierro (1927), éste último fruto de su experiencia en la isla de Fuerteventura, adonde fue deportado por su oposición a la dictadura de Miguel Primo de Rivera. También cultivó el teatro: Fedra (1924), Sombras de sueño (1931), El otro (1932) y Medea (1933).

Sus poemas y sus obras teatrales abordaron los mismos temas de su narrativa: los dramas íntimos, amorosos, religiosos y políticos a través de personajes conflictivos y sensibles ante las formas evidentes de la realidad. Su obra y su vida estuvieron estrechamente relacionadas, de ahí las contradicciones y paradojas de quien Antonio Machado calificó de "donquijotesco".

Considerado como el escritor más culto de su generación, Miguel de Unamuno fue sobre todo un intelectual inconformista que hizo de la polémica una forma de búsqueda. Jubilado desde 1934, sus manifiestas antipatías por la República española llevaron dos años más tarde al gobierno rebelde de Burgos a nombrarlo nuevamente rector de la Universidad de Salamanca, pero fue destituido a raíz de su pública ruptura con el fundador de la Legión. En 1962 se publicaron sus Obras completas, y en 1994 se dio a conocer su novela inédita Nuevo mundo.

Cómo citar este artículo:
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Miguel de Unamuno. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/u/unamuno.htm el 22 de abril de 2020.

Más información en:

Biblioteca Nacional de España
Casa Museo Unamuno
"Yo, UNamuno", Biblioteca Nacional de España
"Unamuno, el pensador apasionado", rtve alacarta
Historia y Cultura de la Ingeniería Civil


Retrato de Miguel de Unamuno
La Capitana Cook (José de Castro y Serrano)