Daniel Gutiérrez Carreras
Profesor de Geografía e Historia. IES Nuestra Señora de la Almudena, Madrid
l tren partió de la estación, machacando con sus patas
de hierro las placas giratorias, como si gustara de expresar
con el ruido la alegría que le posee al verse libre. Echaba
sin interrupción y a compás bocanadas de humo, como los
chicos cuando fuman su primer cigarro, y al mismo tiempo
repartía a uno y a otro lado salivazos de vapor,
asemejándose a un jactancioso perdonavidas o a demonio
travieso. Ni siquiera volvía la cabeza para saludar a los
empleados de la línea, ni a las señoras y caballeros que
poblaban el andén. Descortés y sin otro afán que perderse de
vista, dejó atrás los almacenes, los muelles y oficinas de
la pequeña velocidad, el cocherón, los talleres, la casilla
del guarda agujas, y se deslizó por la Cortadura, un brazo
de tierra cuya mano tiene la misión de asir a Cádiz para que
no se lo lleven las olas.
Corriendo por allí, veíamos el mar de Levante, las
turbulentas aguas y el nebuloso horizonte, que bien
podríamos llamar el campo de Trafalgar, veíamos por otro
lado la bahía, en cuya margen se asientan sonriendo alegres
ciudades y villas; veíamos también a Cádiz, que daba vueltas
lentamente cual fatigada bolera, y tan pronto se nos
presentaba por la derecha como por la izquierda.
Después, el tren pisó las charcas salobres de la Isla,
abriéndose paso por entre montes de sal. Franqueó los
famosos caños en cuyos bordes España y Francia han dirimido
sus últimas contiendas; cruzó las célebres aguas en que
flotó el manto del último rey de los godos, y se dirigió
tierra adentro avivando el anhelante paso. Llevábale sin
duda tan aprisa el exquisito olor de las jerezanas bodegas,
que más cerca estaban a cada minuto, y por último, la
inquieta maquinaria dio resoplidos estrepitosos, husmeó el
aire, cual si quisiera oler el zumo almacenado entre las
cercanas paredes, y se detuvo.
THEROS
(Cuentos fantásticos. Edición de Alan E. Smith. Ediciones
Cátedra [Grupo Anaya S.A.], 2020, págs. 189-190)
Texto base: La sombra, Madrid,
La Guirnalda, 1890. Variante de la primera edición publicada
con el título “El verano”, en Almanaque de La Ilustración
Española y Americana para 1878
Obra completa disponible en
http://www.cervantesvirtual.com