Obras: Excursión a Portugal (1885)
Juan Carlos Ponce
Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona
Desde que se construyó el primer ferrocarril internacional en nuestra península, hombres eminentes de uno y otro país han trabajado de buena fe por vencer antipatías, estrechar las distancias y aproximar moralmente las dos naciones.
Y no hay que decir ahora, como veinte años ha se decía, que nos faltan comunicaciones fáciles y económicas. Tenemos actualmente tres líneas de ferrocarril que penetran en Portugal y dentro de pocos meses habrá la cuarta. La primera comunicación establecida entre Portugal y España fué en la de la línea de Ciudad Real y Badajoz.
Inauguróse el 66, si no recuerdo mal, y por ella se comunicaban Madrid y Lisboa en un viaje de treinta horas. Construída hace cuatro años la línea directa de Madrid-Cáceres-Portugal, las dos capitales han quedado enlazadas por un recorrido de veinte horas en tren expreso.
El viaje es cómodo y rápido. La primitiva línea de Badajoz ha quedado para la comunicación de Andalucía con este reino. Tenemos un tercer camino internacional que es el que une a Oporto con Vigo en un recorrido de cuatro horas por la deliciosa región del Duero y el Miño. Muy pronto se abrirá a la explotación pública la vía férrea de Salamanca a Oporto por Ciudad Rodrigo que acorta la distancia entre Madrid y el norte de Portugal.
El que esto escribe deseaba ardientemente conocer Portugal. Pero no siempre se arreglan las acciones a medida de los deseos, y Portugal continuaba siendo un misterio para quien había admirado países mucho más distantes del nuestro.
Atravesé la frontera por la línea directa de Madrid a Cáceres.
EXCURSIÓN A PORTUGAL
(Obras inéditas. Volumen IX. Viajes y fantasías / Editorial Renacimiento, 1928, págs. 12-14)