Mitma aporta a Madrid un museo del siglo XXI
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) está ultimando la adjudicación del concurso de proyectos para la rehabilitación de la estación de Madrid-Delicias, sede del Museo del Ferrocarril de Madrid. La resolución del concurso, que ha sido promovido por el Ministerio en coordinación con Adif y la Fundación, coincide con el 140º aniversario de la estación, inaugurada el 30 de marzo de 1880.
El Mitma contratará el Plan Director, la redacción del proyecto y la dirección facultativa de las obras con cargo a los créditos del Programa de Rehabilitación Arquitectónica, aportando 1.272.851,33 euros. La estimación económica de las obras de renovación y ampliación del Museo asciende a 14,5 millones de euros, que contará con financiación del Ministerio a través del Programa del 1,5% Cultural.
Esta actuación demuestra el compromiso del Mitma en la protección y salvaguarda del Patrimonio Cultural Español, tanto a través del Programa de Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico como a través del Programa del 1,5% Cultural.
En la convocatoria han participado trece equipos de arquitectos. La valoración ha corrido a cargo de los miembros del jurado nombrados a propuesta de la Fundación, Adif, el Colegio de Arquitectos de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid, el Ministerio de Cultura y el propio Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Entre sus miembros se encuentran figuras relevantes de mundo de la arquitectura, como Víctor López Cotelo e Iñaki Ábalos Vázquez.
El proyecto define una renovación y ampliación del Museo del Ferrocarril de Madrid que lo proyectan hacia el futuro. Está previsto que la ejecución de las obras no suponga el cierre del Museo al público, que mantendrá en todo momento un espacio expositivo suficiente para resultar atractivo a los visitantes.
Proyecto “1878-1880”
La propuesta ganadora, “1878-1880”, es obra del Estudio de Arquitectura GVG, formado por Daniel Galar Irure, Josecho Vélez Ballesteros y Javier Gil Ayesa, quienes proponen recuperar el espíritu originario de la estación entendida como un complejo de edificaciones, infraestructuras y actividad, así como potenciar sus capacidades urbanísticas y sociales. El Jurado ha valorado el planteamiento respetuoso con el edificio en los aspectos espaciales, constructivos y de funcionamiento existentes, singularizando la intervención con elementos que no rompen las cualidades arquitectónicas del mismo, y dando como resultado una solución sintética, clara y ordenada.
El conjunto de la propuesta se divide en fases. Tras el traslado de la Biblioteca y el Archivo, se iniciará el acondicionamiento museístico del antiguo edificio de viajeros de la estación, con rehabilitación de cubiertas, estructura y fachadas, la transformación del vestíbulo, y un nuevo acceso y obras de urbanización exterior. En la siguiente fase se acometerá la restauración y consolidación estructural y constructiva de la marquesina de la Nave Central y los acondicionamientos museísticos que exigieran el traslado o la protección de los vehículos históricos expuestos, la rehabilitación de cubrición, estructura principal de cubierta y fachadas y trabajos de urbanización exterior en la fachadas norte y sur. Las últimas fases se destinan a la restauración de las fachadas interiores y exteriores y de las cubiertas de los cuerpos laterales del edificio de viajeros, para terminar con el acondicionamiento de la zona reservada a usos complementarios al Museo.
El proyecto tiene una vertiente de regeneración urbana en el entorno de la estación, que se concreta en la creación de un bulevar transitable en las vías de acceso, despejadas de vehículos y la creación de nuevas edificaciones para exposición, entre otras, taller y almacenaje.
El “Nuevo Museo”
El proyecto “1878-1880” creará nuevas áreas expositivas, pequeños sótanos para albergar almacenaje e instalaciones, y recuperación, dentro de lo posible, del estado original del edificio, eliminando falsos techos y entreplantas que ocultan la geometría de la cubierta y la estructura metálica.
Uno de los aspectos fundamentales de la propuesta es recuperar los accesos perdidos, las naves laterales, el jardín de la fachada norte y el quiosco de entrada que se expondrá en el propio vestíbulo, recreando la época original del edificio de viajeros.
Dentro de las salas expositivas del ala oeste se diseñan nuevos volúmenes de exposición a modo de gran estructura tipo viga cajón, inspirada en los puentes ferroviarios o en las estructuras de algunos vagones.
La exposición de material rodante se mantendrá en su ubicación actual sobre las vías y el proyecto resolverá el desnivel respecto al andén con dos pasarelas centrales entre los vehículos. Las pasarelas, con rampas para acceder desde los andenes, permitirían la visión longitudinal y el acceso a todos los vehículos por sus dos costados.
El tren de cinco pulgadas se ubicará en la fachada norte de la nave y su recorrido transcurrirá por el jardín exterior recuperado y penetrará al interior del Museo, mejorando su integración en la exposición. El proyecto propone también una pequeña barra de cafetería en ese espacio.
Se ha buscado también recrear el ambiente de la estación en funcionamiento con sonidos de llegada de trenes, viajeros o máquinas y con un sistema de vapor secuenciado que simule la entrada de los convoyes.
