Puertas abiertas en el Museo del Ferrocarril de Madrid
Para celebrar el cumpleaños del primer ferrocarril español, el Museo organizó una jornada de puertas abiertas el pasado 23 de octubre. Se conmemoraba la inauguración de la línea Barcelona-Mataró en 1848, hace ahora 162 años; era el “Día del Tren”. El programa preparado para esta ocasión incluía actividades muy variadas, destinadas a todos los públicos y a los apasionados del ferrocarril, y algunas de ellas fueron posibles gracias a la valiosa colaboración y el apoyo de AREMAF, AAFM, CIMAF, Continental Rail y CEHFE.
Las puertas del Museo se abrieron a las 10 de la mañana y no se cerraron hasta pasadas las 8 de la tarde. En esas horas se ofrecieron varias visitas guiadas a la Sala de Infraestructuras, al enclavamiento de Algodor y al coche salón ZZ-1, todas enriquecidas con los conocimientos y la experiencia del voluntariado cultural del Museo. Se proyectaron durante todo el día audiovisuales y anuncios publicitarios con el tren como protagonista. Hubo actuaciones de cuentacuentos y se realizaron visitas teatralizadas con divertidos diálogos sobre la historia del ferrocarril. Los visitantes pudieron ver muy de cerca algunas muestras de la amplia variedad documental de los fondos de la Biblioteca Ferroviaria y el Archivo Histórico Ferroviario y poner a prueba sus conocimientos literarios con el juego Tinta, vapor y carbón. Las vías exteriores de la antigua estación de Delicias cobraron vida con el movimiento de vehículos singulares (el tractor de maniobras 301-006-3, la zorrilla de mantenimiento de vía y el moto-raíl) y una completísima exposición visitable de material de tracción diésel, a la que se sumó, en el interior, la eléctrica Gato Montés. La representación de El viaje de Mopa por la compañía de teatro del Museo, el funcionamiento de las maquetas en las salas y los trenes de jardín del parque Ferrocarril de las Delicias divirtieron a pequeños y mayores. La exposición Destino Madrid: del tranvía al metro ligero, 150 años de historia, del Consorcio de Transportes de Madrid, permaneció abierta todo el día y, para terminar la jornada, se celebraron sorteos y se pudo disfrutar de la buena música de la orquestina Desvarietés.
El resultado fue un museo lleno de vida, con un ambiente magnífico, en el que todo el mundo pudo encontrar una actividad a su medida.