Y le acompañaron Elgar, Dvorák, Falla, Chueca, Ginastera y Offenbach. El sábado 21 de mayo, la Sala de Tracción del Museo del Ferrocarril se llenó de melodía y armonía. El numeroso público reunido en la centenaria estación de Delicias disfrutó de un concierto de música clásica ofrecido por la Joven Orquesta Sinfónica del Conservatorio Profesional de Música Arturo Soria (JOSAS). En el programa figuraban la Obertura de Egmont, de Ludwig van Beethoven; las “Variaciones Enigma” de Nimrod, de Edward Elgar; una “Humoresque” de Antonín Dvorák; el Preludio de El Bateo, de Federico Chueca; la Danza final (malambo) del ballet Estancia, de Alberto Ginastera; y la Danza nº 1 de La vida breve, de Manuel de Falla. La orquesta regaló a los asistentes, además, con la vivacidad del “Galop infernal” de Orfeo en los infiernos, de Jacques Offenbach.

En su actuación, los jóvenes músicos estuvieron dirigidos por José Carlos Martín Calvo, que ha colaborado con las más prestigiosas orquestas españolas, como la RTVE o la Orquesta de Cámara Reina Sofía y las austríacas Proarte, Residenz y Mozart. Esta formación musical es el resultado de una activa labor pedagógica por parte del Conservatorio Arturo Soria, que ha incentivado la convivencia e integración de los jóvenes a través de la música. La Joven Orquesta sirve de primer trampolín para los solistas, que tienen edades comprendidas entre los 14 y los 19 años, y aunque cuenta con una corta trayectoria (se creó en el curso 2006-2007), ya ha actuado en escenarios de relevancia, como el Auditorio de Madrid.

La organización de conciertos en el Museo del Ferrocarril es una iniciativa novedosa que se ha incorporado al programa de actividades de este año. El recital del 21 de mayo demostró que patrimonio histórico ferroviario y patrimonio musical combinan a la perfección. El concierto fue un éxito y los visitantes lo disfrutaron de principio a fin... No habrá que esperar mucho para el próximo.