A lo largo de este verano, como ha ocurrido otros años, alumnos del módulo de Modelismo y Maquetismo de la Escuela de Arte 12 Diseño Industrial Madrid han realizado prácticas en el Museo del Ferrocarril bajo la tutorización del Departamento de Conservación y con la supervisión directa del artesano de modelismo de este mismo departamento, Federico Espadas.

Entre las piezas sobre las que han trabajado los alumnos en el período de formación, hay que destacar especialmente, por su interés, el mapa de altitudes de líneas de RENFE. Este mapa estaba expuesto en la Sala de Infraestructura del Museo, y su estado de conservación aconsejaba una restauración urgente. Se trata de una pieza cartográfica que permite a los visitantes comprender, casi al primer golpe de vista, la configuración radial de la red ferroviaria española y su compleja orografía.

El mapa de altitudes representa la situación de la red ferroviaria de vía ancha entre los años 1945 y 1951, dibujando las líneas con vía única y las de vía doble, bien electrificadas o pendientes de electrificación. Tiene una escala horizontal 1:1.300.000 y una escala vertical 1:20.000. En él podemos apreciar la máxima cota ferroviaria en España a cielo abierto –situada en La Cañada (Ávila), con 1.359 metros– y en túnel –con una máxima altitud de 1.495 metros, en la Collada de Tosas (Girona)–. Se creó tomando como base un mapa impreso de la red ferroviaria peninsular, cuyo autor no se ha podido determinar. Sobre dicho mapa se fueron perfilando las líneas férreas realizando hendiduras, para poder incrustar los perfiles longitudinales –elaborados en acetato– de cada una de las líneas.

Los trabajos de restauración realizados pueden resumirse en tres fases: una primera, de limpieza mediante aspirado y soplado, a la que habría que sumarle la delicada tarea de recomposición de los numerosos fragmentos desprendidos y rotos de los perfiles; y otra, muy importante, que fue la realizada sobre la superficie marina del mapa, a la que se le tuvo que aplicar una primera capa base de escayola normal, y posteriormente una capa de escayola técnica de tipo IV para conseguir una nueva superficie que fue texturizada con cepillo de raíz metálica. Finalmente se pintó toda la zona azul con pintura diluida en alcohol y se intervino sobre el enmarcado de la leyenda del mapa que se había perdido en el trascurso del tiempo.

Un último apunte: la Biblioteca Ferroviaria conserva una importante colección cartográfica del ferrocarril que está digitalizada y que se podrá consultar en las nuevas instalaciones de la Biblioteca en el Museo a partir de su inauguración, el próximo 28 de octubre.