Convenio marco de colaboración entre el Museo del Ferrocarril de Madrid y la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid
- La firma se realizó durante la presentación en el Museo del furgón DD-8150
El 25 de noviembre el Museo del Ferrocarril de Madrid y la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid (AAFM) firmaron un convenio marco de colaboración por el cual se comprometen a reforzarse mutuamente con el fin de conservar el patrimonio histórico del ferrocarril. Como señaló el director del Museo, Miguel Muñoz Rubio, este convenio viene a destacar la singularidad de dicha asociación por tener su sede en el propio Museo, lo cual propicia que sus actividades tengan una vinculación especial con él. Es el punto y seguido de una relación especial entre ambas instituciones, pues el convenio marco se desarrollará mediante la firma de acuerdos complementarios que concreten este vínculo singular.
La firma se celebró durante la presentación del furgón de equipajes y paquetería DD-8150 en el Museo del Ferrocarril de Madrid. El vehículo, que forma parte de las colecciones del Museo, fue cedido mediante convenio en mayo de 2011 a la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid (momento que recoge la imagen), que se ha encargado de su restauración y ahora lo presenta en perfecto estado de funcionamiento para que integre la exposición del Museo hasta el 10 de diciembre. Hasta esa fecha permanecerá, asimismo, en la antigua estación de Delicias la locomotora 269.604, también cedida a la AAFM en mayo de 2011, que complementará temporalmente el itinerario Eléctricas concebido por el Museo del Ferrocarril de Madrid para conmemorar la primera electrificación ferroviaria en vía ancha en España, de la que se está celebrando el centenario.
En la presentación, iniciada por Miguel Muñoz, director del Museo del Ferrocarril, intervino en primer lugar el director gerente de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, Jaime Barreiro Gil, quien reflexionó sobre las dificultades que existen para ordenar adecuadamente la conservación del Patrimonio Histórico Ferroviario; dificultades que apenas se han podido superar en estos últimos años. Barreiro destacó que, precisamente, la existencia de asociaciones como la AAFM y su generoso trabajo son elementos que hacen posible resolver estos problemas y albergar esperanzas de que en un futuro próximo se consiga establecer un marco institucional adecuado a este fin.
El vicepresidente de la AAFM, Antonio Vázquez, explicó en su discurso cómo se había llevado a cabo la restauración del furgón de equipajes y paquetería DD-8150 tras un laborioso trabajo realizado por sus socios. Coincidió con Muñoz y Barreiro en que este hecho concreto demuestra que es posible establecer una relación responsable entre todas las instituciones para terminar con éxito proyectos de esta naturaleza. Finalmente, agradeció al Museo su colaboración con su asociación y pidió una mayor y firme colaboración de las empresas ferroviarias en la conservación del Patrimonio Histórico Ferroviario, un campo en el que las asociaciones de amigos del ferrocarril deben desempeñar un papel destacado.
A continuación, la AAFM proyecto un vídeo que recogía todo el proceso de restauración del furgón, creando un ambiente que hizo emocionante el momento de su descubrimiento, pues el vehículo había estado todo el tiempo tapado por una lona. Barreiro, Muñoz, Jesús Vigil y Antonio Vázquez subieron al furgón, donde firmaron el convenio marco de colaboración referido.
El furgón DD-8150 es el único de su serie (la 8000) que se conserva en nuestro país restaurado y autorizado a circular. La serie, formada por casi un millar de coches, tiene su origen en un diseño alemán. Estos vehículos estuvieron presentes en las composiciones de trenes de viajeros, tanto en los rápidos y expresos como en trenes ómnibus o postales, desde 1962 hasta su retirada en 1996.
Como se ha mencionado, también permanecerá expuesta en el Museo hasta el 10 de diciembre la locomotora 269.604. Con su característico sistema eléctrico chopper, fue una de las cuatro primeras locomotoras aptas para alcanzar los 200 km/h en nuestro país, tras la adaptación encargada por Renfe en 1987 a la empresa CAF. La reforma implicaba una mejora de la aerodinámica con una carrocería rediseñada y más acorde con la velocidad que iba a desarrollar. Años más tarde fue pintada con los colores azul, blanco y gris de los servicios de alta velocidad y largo recorrido, y así se mantiene en la actualidad.