A lo largo de 2011 el Museo del Ferrocarril de Madrid ha tenido 98.000 visitantes. Pese a la crisis, que lógicamente afecta a las actividades culturales y de ocio que planifican las familias, y a las limitaciones presupuestarias, que suponen una traba para la programación de actividades no estrictamente museísticas, la cifra de visitantes ha resistido el embate.

El último año ha estado marcado también por numerosos cambios en el Museo, siendo el mayor de ellos la integración en sus instalaciones del Archivo Histórico Ferroviario y la Biblioteca Ferroviaria. Los trabajos destinados a alojar estas dos instituciones en el Museo han durado varios meses. Este esfuerzo parte de la decisión, tomada por el Patronato de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles en julio de 2010, de integrar la Biblioteca y el Archivo Histórico Ferroviario en el Museo del Ferrocarril de Madrid, unificando así todo el patrimonio documental e industrial de carácter histórico que posee la Fundación de los Ferrocarriles Españoles para ofrecer a la Sociedad el acceso global a este patrimonio. El acondicionamiento de la nueva Sala de Consulta y los depósitos para alojar los fondos de la Biblioteca y el Archivo, y la reubicación de piezas museológicas fueron acompañados del traslado de la Sala de Modelismo y la retirada de la colección de juguetes que había sido depositada en el Museo por Johnny Hassan, dueño de la colección. Tras su fallecimiento en julio de 2010, sus herederos tomaron la decisión de vender dicha colección ofreciendo la posibilidad de compra a nuestra institución, aunque por un precio que no podía ser asumido en las circunstancias económicas imperantes.

También se tomó la decisión de reducir el número de visitas escolares diarias para el curso 2010-2011, medida que se está manteniendo en 2011-2012, con la finalidad de ofrecer mayor calidad a los colegios que eligen el Museo del Ferrocarril de Madrid como destino para sus actividades extraescolares. Con esta medida ha sido posible asignar a uno de los voluntarios culturales que colaboran con el Museo a todos los grupos que han reservado una visita al Museo y los niños han podido disfrutar de una atención personalizada en los talleres del Aula Talgo.

El año 2011 ofrece varios hitos destacados en lo que respecta a la cifra de visitantes. La campaña del Tren de la Fresa se saldó con una ocupación media superior al 92%, alcanzándose en determinadas fechas (28 de mayo; 11, 12, 18 y 19 de junio; 17 y 18 de septiembre; 1, 22 y 23 de octubre) el 100%. El Museo del Ferrocarril de Madrid participó en la Ruta de los Museos – Pasaporte a la Ciencia, un recorrido por siete museos vinculados a la ciencia y la tecnología que tuvo lugar en el mes de mayo, y durante el fin de semana que le correspondió (días 7 y 8 de mayo), recibió alrededor de 2.000 visitantes que accedieron al Museo de manera gratuita presentando su billete de metro. El Museo permaneció abierto en agosto, ampliando así la oferta para los potenciales visitantes, tanto nacionales como internacionales, que viajan a Madrid en verano. En ese mes participó en la programación cultural de la JMJ-2011, a través de un convenio firmado con la organización de la misma, y recibió visitantes de diversos rincones del mundo. En la jornada de puertas abiertas celebrada el 29 de octubre con motivo del Día del Tren pasaron por el Museo 5.000 personas que disfrutaron de la variada programación de actividades ferroviarias preparada para ese día. El Tren de Navidad fue completo en la campaña 2010-2011 y ha repetido esos magníficos resultados de ocupación en la de 2011-2012, con el ingrediente añadido, en esta última, de que por primera vez se ofrecieron dos trenes diarios, uno por la mañana y otro por la tarde. Y se llenaron los dos.

En definitiva, unas buenas cifras en un año difícil, que podrían incrementarse en 2012, entre otras cosas porque a partir del 1 de febrero el Museo permanecerá abierto los viernes y sábados de 10.00 a 20.00 h, modificando su horario habitual (de 10.00 a 15.00 h) y adaptándose a una tendencia cada vez más generalizada entre los museos e instituciones culturales de ofrecer a los ciudadanos una mayor amplitud de horarios y, por tanto, una mayor flexibilidad de la oferta cultural.