Pieza destacada: Traviesas metálicas de la Compañía Central de Aragón

  • La Sala de Infraestructura del Museo alberga estas traviesas, de principios del siglo XX, que la compañía utilizó en sus líneas de Calatayud (Zaragoza) a Valencia y de Caminreal (Teruel) a Zaragoza

Pieza destacada: Traviesas metálicas de la Compañía Central de Aragón

Pieza destacada: Traviesas metálicas de la Compañía Central de Aragón

19/05/2017

Las traviesas (o durmientes) son elementos que se sitúan en dirección transversal al eje de la vía, sobre los que se colocan los carriles, y constituyen, a través de la sujeción, el nexo o elemento de unión entre el carril y el balasto.

En España, históricamente las traviesas empleadas han sido mayoritariamente de madera. Sin embargo, estudios y ensayos llevaron a las primeras patentes sobre traviesas metálicas, así en el año 1864 Carlos Desnos Gardissal aplicó su patente en la Sociedad Hullera y Metalúrgica de Asturias y, poco tiempo después, en 1866, Valentín Silvestre Fombuena, patentó otro sistema similar.

Acerías belgas

La Compañía Central de Aragón optó por traviesas de acero en el montaje de sus líneas de Calatayud a Valencia y de Caminreal a Zaragoza, apoyándose en la exención de aranceles de aduanas concedidos en la ley de su concesión y, en la conveniencia de dar salida a la producción industrial de su empresa matriz belga. Las empresas suministradoras fueron las acerías belgas de Cockerill-Ougrée y Couillet, situadas en las cercanías de la ciudad de Lieja.

Esta particularidad le otorgó una de las singularidades dentro de la construcción de ferrocarriles en España, ya que, si bien en 1887 se instalaron traviesas metálicas de fabricación alemana en el Ferrocarril de Bilbao a Las Arenas y, en 1892, en el ferrocarril de cremallera de Montserrat, éstas eran líneas cortas, con unas características de explotación  muy distintas a las del Central de Aragón.

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