“E pur si muove”
- Movimiento de vehículos en las vías de la zona de ampliación del Museo
La firma de un convenio entre el Museo del Ferrocarril de Madrid y la Fundació per a la Preservació del Patrimoni Ferroviari Industrial de Móra la Nova, que comportaba la cesión de dos locomotoras de vapor y de un automotor diésel, ha hecho posible que se hayan ubicado estos vehículos, mediante una espectacular maniobra, en la playa exterior del Museo para, en fechas próximas, llevarlos hasta su destino final.
Los vehículos cedidos son: el automotor térmico 590-304 (ex 9304), con motor Renault diésel, que pertenece a una serie construida a finales de los años treinta y fue retirado del servicio en 1976; la locomotora 241-F-2238, que salió de la Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona en 1951 y forma parte de una subserie de 35 locomotoras encargadas por RENFE que sería enviada, entre otros depósitos, a Cataluña, donde fueron conocidas como Bonitas; por último, la locomotora 141-F-2316, construida en 1957, perteneciente a una serie que salió de fabrica ya fuelizada.
Con esto, el Museo sigue con su política de apoyar aquellas iniciativas solventes que logren recuperar todo el patrimonio histórico que conforma su inventario. En esta ocasión el movimiento ha supuesto, también, que el Museo haya avanzado en la dirección de dar una solución positiva a los vehículos ubicados en las vías de la zona de ampliación.
Conviene subrayar, igualmente, que esta maniobra ha representado un ejemplar ejercicio de colaboración entre la Fundació per a la Preservació del Patrimoni Ferroviari Industrial de Móra la Nova (FPPFI), la Associació per a la Reconstrucció de Material Ferroviari Históric (ARMF), la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid (AAFM) y el propio Museo, que esperamos sirva de referencia futura.
Las maniobras han sido una tarea ciertamente compleja. Han requerido dos días de trabajos previos para preparar el rodaje de la locomotora y del ténder, con el objeto de asegurar su desplazamiento hacia la zona del parque. Ha resultado imprescindible la revisión del estado general del rodamiento, comprobando que no tuviera ni agua ni óxido. Se les ha añadido grasa a presión. En los ejes de las ruedas motrices se han remplazado en el falso cojinete las viejas crines de caballo por estopa nueva y en los ejes del ténder se han abierto las cajas de grasa Athermos para limpiarlas y supervisar que no hubiera metal fundido.
Pero, sin duda, la maniobra más delicada ha sido el levante de los vehículos. Para ello se han fabricado dos vigas especialmente diseñadas de 500 kg cada una. Los enganches proyectados han permitido que se sujetaran en ellos los grilletes y los cables de acero de las grúas. Tras el montaje de las grúas de transportes especiales del Grupo Campayo, empresa que ha realizado el movimiento, y de las góndolas para transportar las 200 t necesarias de contrapesos (100 t para cada grúa), se inició la maniobra. Entre las 11.15 y las 13.30 h se inició el de la Bonita, colocando encima de las vigas de levante unos trozos de traviesa con el fin de repartir el peso del bastidor y evitar que resbalaran las vigas sobre el bastidor. El primer movimiento se ha realizado desde la vía de la zona de ampliación hasta el tramo de vía provisional, y el segundo, una vez recolocadas las grúas, desde el tramo provisional a la vía general.
Todo ha resultado perfecto sin que apenas el entorno haya sufrido impacto alguno. En este vídeo, realizado por personal del Museo, se puede apreciar la complejidad del movimiento de vehículos.