El Museo ha participado en la Noche de los Libros, una jornada especial organizada por la Comunidad de Madrid desde hace siete años para conmemorar el Día del Libro (23 de abril), que ofrece una serie de actividades (lecturas, música, poesía, teatro, cine, juegos y otras actividades) con el objetivo fundamental de animar a todo el mundo a disfrutar de la lectura. En el programa de este año se han registrado más de 600 actividades Descargar programa de la Noche de los Libros.pdf.

A las 20.00 h comenzó Trenes de cine en Delicias, un happening que explora escenas de clásicos del cine universal en las que aparece como escenario el ferrocarril. En la representación se enlazaron diferentes géneros –drama, comedia, intriga y musical– a través de distintos espacios que forman parte del Museo, utilizando una guía musical para conducir al público de un espacio a otro y de un encuentro teatral al siguiente. El Museo se transformó en una genial experiencia cinematográfica que pudieron disfrutar 300 personas en total.

Un grupo de excelentes actores dirigidos por Tamzin Townsend, la directora británica que coordina un espacio de creación y experimentación en el Museo, recrearon en distintos puntos de la antigua estación de Delicias escenas escogidas de verdaderos clásicos del cine. Bonnie y Clyde discutieron delante de la Fargo; en el interior de uno de los coches restaurante se desarrolló la tensa partida de póker de El Golpe que pone en marcha un ingenioso plan; el coche salón ZZ-1102 sirvió de decorado para las investigaciones de Poirot en Asesinato en el Orient Express; Josephine y Daphne, de Con faldas y a lo loco, trataron de acostumbrarse a los tacones andando por los andenes de Delicias; en el coche cafetería se recreó de manera magistral una emocionante escena de Breve encuentro; hubo risas con Harry Potter y sus amigos en el coche de tercera clase, y cierto desconsuelo en la despedida de Lula Mae y Doc de Desayuno con diamantes, que se representó en la Sala de Infraestructura… Otras escenas se desarrollaron en el Talgo, en una locomotora de vapor, en las vías exteriores o en el andén central. Y el espectáculo terminó de manera brillante con la última escena de Slumdog millionaire.

Se ofreció un segundo pase a las 21.30 h, de modo que todos los visitantes pudieran disfrutar de este original montaje, ideado por Tamzin Townsend. Los actores se volcaron en sus papeles y el público salió encantado. El Museo está salpicado de decorados magníficos, algunos muy espaciosos, en los que representar escenas antes centenares de personas, otros reducidos, semejantes a “mini salas” de teatro, en los que los intérpretes consiguen una cercanía y una complicidad con los espectadores que no puede conseguirse en el teatro convencional.