El viernes 8 de junio partió del Museo del Ferrocarril de Madrid un tren especial con destino a Móra la Nova (Tarragona). Formaban parte de la composición las dos locomotoras de vapor 141-F-2316 (Mikado) y 241F-2238 (Bonita), que fueron cedidas en 2011 por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles (FFE) a la Fundació per a la Preservació del Patrimoni Ferroviari Industrial de Móra la Nova (FPPFI) para su restauración y puesta en marcha.

El pasado 28 de marzo la 241-F-2238 y el automotor 590-304 fueron retirados de las vías de ampliación del Museo tras una complicada maniobra que se llevó a cabo de manera espectacular, en la que se utilizaron grúas de transportes especiales, para colocar los vehículos en las vías exteriores. Ante la imposibilidad técnica de trasladar los tres vehículos cedidos en un único convoy, se decidió que en este primero se trasladasen las dos “vaporosas”, quedando el automotor en el Museo a la espera de un segundo viaje.

Hacia las 19.30 h del 8 de junio salió del Museo el convoy que durante el fin de semana ha viajado hasta Móra la Nova para recorrer los 532 km de vía que separan a Madrid de esta localidad. La locomotora diésel 333.107 de Renfe Integria remolcó el convoy hasta Santa Catalina. Desde allí, la tracción corrió a cargo de la locomotora eléctrica 269-604-5, la Gata, cedida por la FFE a la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid (AAFM), que ha participado activamente en el traslado. La eléctrica ha sido la encargada de remolcar la composición, formada por el vagón J2-401331, las locomotoras de vapor 141-F-2316 y 241F-2238 y el furgón D8-8150, también cedido por la FFE a la AAFM y restaurado en 2011.

El convoy circuló hasta Móra la Nova como transporte especial, a una velocidad máxima de 30 km/h y adaptándose a la malla de circulaciones, debiendo ser apartada la composición en numerosas ocasiones durante el trayecto para dejar paso a otras circulaciones más rápidas.

Durante los días 6 y 7 de junio se realizaron en el Museo del Ferrocarril de Madrid diversos trabajos preparatorios para el traslado, destacando por su importancia la revisión y puesta a punto de los sistemas de engrase de ambas locomotoras. En el caso de la Bonita se comprobó que la estopa de los cojinetes estuviera en buen estado, mientras que en el de la Mikado se desmontaron los “falsos” cojinetes para limpiar de arena las almohadillas engrasadoras de los ejes motrices. Para evitar los problemas de distancia con la catenaria y dar cumplimiento al gálibo, se procedió a desmontar la chimenea de la Mikado con la ayuda de la grúa Art-11971-Rl, que los miembros de la Asociación Madrileña para la Restauración de Material Ferroviario (AREMAF) mantienen operativa en el Museo.

Gracias a este trabajo preparatorio, el traslado se desarrolló durante el fin de semana sin ningún tipo de incidentes, llegando, incluso, a adelantar tiempo sobre el horario previsto, lo que obligó al convoy a hacer una parada previa a la estación de Móra para llegar “en hora” al recibimiento previsto en dicha localidad.

El Museo sigue apoyando aquellas iniciativas solventes que tengan como objetivo la recuperación del patrimonio histórico que conforma su inventario. En esta ocasión el traslado supone, también, un avance en la dirección de dar una solución positiva a los vehículos ubicados en las vías de la zona de ampliación.