Una donación muy especial ha permitido integrar recientemente una nueva pieza en la colección de modelismo y juguetes ferroviarios del Museo del Ferrocarril de Madrid. Se trata de la reproducción artesanal de una locomotora de vapor sobre un puente metálico en escala 1:10, realizada entre 1998 y 1999 por Luis Feijoó Chamizo.

La máquina está basada en un modelo de locomotora de vapor alemana de rodaje tipo Decapod  (1-5-0), con medidas 50 x 30 x 160 cm. Se asienta sobre un puente metálico en arco con celosía de grandes dimensiones (160 x 270 x 77 cm). Ambas piezas han sido fabricadas en chapa, con trabajo de cortado, soldado y plegado a mano. Lo más destacable es el prodigioso proceso de ingeniería neumática; para él se utilizaron incluso piezas automovilísticas de antiguos motores del popular Renault 5 o de una motocicleta. Es un magnífico trabajo que hace posible el desplazamiento de la locomotora (que dispone de un calderín para tracción y otro para freno y servicios) por el tablero metálico.

Su singularidad y características han contribuido a que esta pieza haya sido colocada, para su exposición, en el andén de llegadas del Museo, justo a la entrada de la Sala de Modelismo. Los visitantes que acudieron el domingo 28 de octubre al Museo, durante la Jornada de Puertas Abiertas, pudieron verla expuesta y asistir a demostraciones de movimiento.

Mecánico de profesión y artesano-modelista de vocación, Luis Feijoó pudo compaginar su afición y entusiasmo por el modelismo con las tareas propias de su taller mecánico, en el madrileño barrio de Estrecho. A lo largo de su vida, en su actividad artesanal ha ido creando un gran número de piezas y prototipos en muy diferentes ramas. En todas ellas se refleja y percibe la dedicación, afán y talento de su destreza manual. Al trabajo artesanal hay que añadir el valor sentimental y el cariño agregado que ha ido infundiendo a todas sus obras.

En julio de 1999 el Museo estableció contacto con Luis Feijoó para la cesión en préstamo de diferentes piezas de su colección para el montaje de una exposición con sus obras. Entre las piezas se cedieron aviones, helicópteros, barcos, tanques, etc., además de la pieza objeto de esta noticia.

Cuando la exposición fue clausurada, se procedió a la devolución de todos los objetos prestados, con la excepción de la locomotora y el puente. Dadas sus grandes dimensiones, volumen y peso, quedaron depositados en un almacén del Museo.

Con motivo de los recientes trabajos de unificación, revisión y comprobación de piezas en los almacenes de conservación, se estableció de nuevo contacto con Feijoó para formalizar la donación al Museo, que se hizo efectiva hace poco gracias a la intervención del Área de Conservación.

El proceso de creación de modelos como éste entraña una dificultad y un esfuerzo notables, poniéndose a prueba, en muchas ocasiones, el ingenio, para encontrar las mejores soluciones en cada caso (un ejemplo: según afirmó el artífice, para las luces de la locomotora utilizó los faros de los automóviles que tenía en su taller mecánico).

Acciones como la de Luis Feijoó hacen posible que una colección tan especial como la de modelismo y juguetes ferroviarios del Museo siga creciendo en cantidad y calidad. A través de este medio, la institución da las gracias a todas las personas que, con donaciones desinteresadas, enriquecen las diferentes colecciones del Museo.