Primer viaje del “Tren del Hidalgo”
- Madrid-Alcázar de San Juan, en un tren histórico
La composición formada por los cinco coches de la subserie R12 pertenecientes a la colección del Museo del Ferrocarril de Madrid viajó el 2 de marzo hasta Alcázar de San Juan, tal como estaba previsto. El Tren del Hidalgo, nombre que ha recibido esta iniciativa del Museo y el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, inició así la programación de varios viajes especiales entre la capital y la ciudad manchega que se realizarán a lo largo de 2013 con motivo de diversos eventos culturales y gastronómicos de esta localidad. Este programa de actividades, recogido en un convenio firmado el 31 de enero por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles con el Ayuntamiento, comprende la participación en el IV Concurso Regional de Vinos de la Tierra del Quijote, la fiesta de Moros y Cristianos (prevista para el 22 de junio) y las Jornadas del Guiso de Bodas de Camacho (el 23 de noviembre), aunque a las tres circulaciones ya pactadas se podrán añadir otras.
El tren salió de Chamartín a las 9.30 h, con 150 viajeros, y llegó a su destino a las 11.45 h. En el recorrido de ida hidalgos e hidalgas enviados por el Ayuntamiento alcazareño ofrecieron información a los viajeros, acompañada por tortas de Alcázar y mistela para endulzar el trayecto.
Una vez en Alcázar, los pasajeros del tren fueron trasladados hasta el polideportivo municipal para que participaran en el IV Concurso Regional de Vinos de la Tierra del Quijote. El tren, que permaneció en la estación alcazareña, estuvo abierto durante varias horas para que todo el mundo pudiera visitarlo y conocer sus lujosos coches, cada uno con una decoración diferente, taraceada en maderas nobles.
El certamen de vinos fue una cata multitudinaria en la que se reunieron 1.000 jurados para elegir los mejores vinos presentados a concurso, todos con denominación de origen de Castilla-La Mancha, vinos de pago o vinos de la Tierra de Castilla. Cada catador probó y calificó en total diez vinos.
Tras la comida se trasladó a los viajeros del Tren del Hidalgo hasta el Cerro de San Antón, dominado por cuatro molinos de viento que funcionaron hasta la década de 1940, restaurados más tarde, en los que ahora se puede presenciar el proceso de transformación del cereal en harina y conocer detalles sobre el paisaje, la fauna y la flora de este cerro. Hubo una visita a los molinos y una demostración de molienda al estilo tradicional, con interesantes explicaciones sobre el funcionamiento de estos gigantes de La Mancha.
La jornada continuó con unas horas de tiempo libre para visitar el casco histórico y los museos de Alcázar de San Juan y el tren emprendió su regreso a las 20.00 h, llegando a Madrid a la hora programada.