l Museo del Ferrocarril de
Madrid ha acogido en la Sala de Exposiciones “Coche 3000”, esta
exposición de doce esculturas que muestran las posibilidades que
ofrece el llamado “ready‐made”, “objet trouvé” o arte encontrado
que descubre el poder de la transformación y la metamorfosis en
su máxima expresión. El impulso lúdico del autor facilita el
encuentro de
piezas y formas que dan sentido a la escultura final,
consiguiendo valores visuales inéditos que carecían en origen.
El ensamblaje o "assemblage” de elementos utilizados en la
industria ferroviaria, como estrategia fundamental del proceso
creativo, da como resultado distintas formas y estilos, desde el
más figurativo hasta el más abstracto.
La escultura se utiliza como un instrumento para reproducir los
sueños e imágenes del subconsciente en el que cada hierro está
vivo, y mediante un audaz proceso de metamorfosis intelectual en
la mente del autor, se convierten en verdaderas obras de arte.
Un juego de niños practicado por un adulto atraído por el poder
seductor de la imaginación y que hace que simple chatarra
ferroviaria adquiera vida.
Esa es la energía creativa que preside la exposición, en la que
se puede percibir la superposición de los dos instantes de la
transformación y en la que se reconoce la pieza ferroviaria en
origen y la obra de arte final.
Miguel Ángel Sanchez (Soria, 1962-2022)
Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Soria. Con 16 años
obtuvo un accésit nacional de pintura otorgado por Cruz Roja
Española, pero pronto mostró predilección por la escultura
obteniendo con 17 años un segundo premio nacional en el certamen
organizado por Tabacalera Española.
Se licenció en Derecho y cursó estudios de doctorado en
Sociología, pero sus aspiraciones viajeras le llevaron a
integrarse en el mundo del turismo, trabajando como director,
profesor y presidente del Consejo Rector de la Escuela Superior
de Turismo Alfonso X; lo que le permitió un contacto directo y
permanente con la universidad y la cultura, a la vez que una
intensa actividad viajera por todo el planeta que le llevó
conocer los principales museos y centros de arte mundiales, y
que le ayudaron a configurar su formación artística.
Obras suyas pueden contemplarse con carácter permanente en
pueblos y lugares privilegiados de toda la geografía soriana y
museos nacionales. Entre los últimos trabajos, destacan el
monumento memorial a los ferroviarios y ferroviarias
represaliados, instalado en la fachada principal de la estación
de Madrid‐Atocha; o el "Templario", homenaje a Gustavo Adolfo
Bécquer, ubicado en el jardín de entrada a los Claustros de San
Juan de Duero de Soria; ambos colocados en noviembre de 2018.