Los visitantes que se acerquen a la exposición podrán recordar o descubrir estos trenes mediante diversos modelos de automotores en miniatura, algunos documentos y libro originales sobre el tren, que circuló por las líneas de Renfe entre 1965 y 1995. Además,  podrán conocer los detalles de los automotores que les antecedieron, los que les acompañaron y los que le sucedieron.

El Museo del Ferrocarril de Madrid  cuenta entre su colección de material rodante con el TER 9710, a cuyo interior se podrá acceder mediante visitas guiadas que se programarán durante la exposición.

Los contenidos de la muestra cuentan además con el complemento de una página web www.museodelferrocarril.org/expoter/, en la que se desarrollan ampliamente los diferentes temas sobre los que versa la exposición, incluyendo una galería de fotografías y de documentos pertenecientes a la Biblioteca y Archivo Histórico Ferroviario.

Tras la Segunda Guerra Mundial, los automotores comienzan a implantarse masivamente en España, dado que los progresos técnicos permiten vehículos con materiales más ligeros y sólidos. En los años cincuenta, para hacer frente al aumento de tráficos de viajeros y a la sustitución de una parte del parque heredado de las antiguas compañías, Renfe realizó el pedido de nuevos automotores a Fiat, empresa con gran experiencia en el sector. Así, en 1952, llega a Renfe el TAF, y, un década después, el TAR, que pasa a ser bautizado rápidamente como TER, es decir, Tren Español Rápido.

El último trayecto realizado por un TER tuvo lugar el 16 de enero de 1995, entre Madrid y Cuenca.